Estamos en Siem Reap, Camboya. Temprano, por la mañana salimos de la ciudad en miniván. Hay trabajos en curso en todo el camino y el terreno es desigual. El viaje parece eterno. Los huecos nos estremecen. Durante cuatro larguísimas horas. Un coco recientemente recogido nos refresca por el camino. Luego, en la primera ciudad que nos encontremos, nos quedamos para una comida tradicional camboyana. Nuestra destinación está a sólo media hora de distancia. A nuestra llegada, esperándonos, hay más de trescientos niños, sus padres y algunos oficiales del ejército. La escuela, que se encuentra en la provincia de Battambang, está lista. No lo sabíamos.

¿Qué estamos haciendo aquí? Acompañamos a la organización no gubernamental Child’s Dream a la inauguración de una nueva instalación. Queremos hablar con vosotros sobre eso.

Los monjes budistas, al comienzo de la ceremonia, bendicen el edificio. Este rito, según las creencias religiosas, rechaza los malos espíritus, trae buena fortuna y prosperidad. A la inauguración asistieron el Ministro de Educación de la zona, el presidente de la ONG y el principal donante – nuestro querido amigo- que permitió la construcción dela escuela. Todos ellos hablaron con los niños presentes y los aldeanos. Luego, una danza tradicional Khmer, acompañada de música típica y por el canto de una joven camboyana, enmarcó la ceremonia del corte del lazo ceremonial que tuvimos el honor de realizar, abriendo los nuevos edificios escolares a los niños.

Una vez terminada la ceremonia y desmanteladas las decoraciones budistas, las mesas se llenaron de comida y bebida traída por los aldeanos para ser compartidas con todos. Luego, se colocaron cuatro sillas en forma circular y la gente comenzó a bailar a su alrededor. Fue muy divertido.

Es difícil para nosotros describir estos maravillosos eventos como los experimentamos de primera persona. El momento más emocionante fue cuando entregamos las mochilas y la papelería para los 350 niños que utilizarán esta escuela. Hemos podido hacer todo esto gracias a vosotros y a vuestra contribución, que habéis donado durante las compras en nuestra tienda online. Deberías haber visto el entusiasmo y la alegría de estos pequeños cuando recibieron los regalos.

Un agradecimiento especial, entonces, para todos vosotros. Vosotros habéis hecho posible todo esto. ¡Vosotros sois nuestros compañeros de viaje! Juntos podemos hacer mucho y dejar a nuestros hijos un mundo mejor. Estamos orgullosos de conocer a personas que trabajan con dedicación para que las personas marginadas puedan contar con nuestra ayuda.

También estamos eternamente agradecidos a la organización Child’s Dream por todo lo que está haciendo con determinación para apoyar concretamente a las personas más desafortunadas del sudeste asiático. Además de muchos otros proyectos, en los últimos 15 años, han implementado más de 300 escuelas en la región. Todas sus actividades se pueden ver en su página web.

Nuestros corazones están llenos de alegría y orgullo. Todavía hay mucho que podemos hacer. Piénsalo.

Åkhun